MORTE INCORPORA UNA CÉLULA ROBOTIZADA DE ALIMENTACIÓN A SU PROCESO PRODUCTIVO
Con motivo de intensificar nuestra apuesta por MORTE MECANIZADO y de disponer de los medios de producción más vanguardistas, hemos adquirido una CÉLULA ROBOTIZADA DE ALIMENTACIÓN que supone el primer paso para la implementación de la robótica en nuestro proceso productivo.
Este sistema se ha colocado es nuestra máquina herramienta multitarea horizontal, INTEGREX J-200S, que destaca por su flexibilidad de procesamiento, precisión y capacidad de fresado angular, con el propósito de optimizar el trabajo diario ocupando al máximo el centro de trabajo.
Esta célula robotizada fácilmente programable por personal formado de la empresa destaca por:
- Su capacidad de manipulación de pesos elevados (35 kg de carga en muñeca)
- Control en 6 ejes y repetibilidad de 0,03 mm
- Permite colocar en la máquina de forma automática piezas de diferentes diámetros y longitudes
- Posibilidad de realizar la descarga con un solo brazo a pallet o a mesa
En base a estas características, esta innovación va a suprimir la necesidad de que una persona esté de forma permanente en la máquina, abriendo la posibilidad de realizar mecanizados fuera de horario de taller, garantizando la calidad de las piezas a fabricar, siempre y cuando sean series medias y/o piezas con mecanizado complejo.
De este modo, se va a generar un incremento significativo del número de horas de trabajo disponibles del INTEGREX J200, que, sumado a la polivalencia de nuestro personal, se traduce en una reducción de los plazos de entrega y en un aumento considerable de la productividad y competitividad de MORTE.